martes, 15 de junio de 2010

http://search.nap.edu/nap-cgi/skimchap.cgi?recid=10126&chap=79-178 La primera conclusión clave de la Cómo aprende la gente hace hincapié en la importancia de las preconcepciones de los estudiantes. Los maestros deben tener en cuenta no sólo de lo que los estudiantes manifiestamente no lo sé, pero también de lo que ellos creen que saben. Este hallazgo se confirma en el estudio de la historia por la investigación y la experiencia.1 Gran parte de la brecha entre lo que enseñamos y lo que los estudiantes aprender es atribuible al hecho de que los estudiantes vincular los conocimientos nuevos sobre el pasado para preexistentes pero el conocimiento inadecuado derivados de la vida cotidiana. Así, por ejemplo, una cuenta del crecimiento de las ciudades medievales pueden estar vinculados a los conocimientos existentes sobre el crecimiento de los árboles, es decir, los estudiantes asumen los edificios medievales se hicieron más grandes, por lo que las ciudades crecieron. Más importante aún, los estudiantes tienen ideas erróneas críticas sobre la forma en que sabemos sobre el pasado, sobre la relación entre los relatos históricos y el pasado que representan, acerca de lo que se considera como una respuesta a un "por qué" o un "cómo" se trata, y así sucesivamente que son más difíciles de acceso, sino que impactan profundamente la manera en que los estudiantes interpretan lo que les enseñan. En la medida en que seamos capaces de identificar las preconcepciones de los estudiantes, es posible anticiparse a malentendidos sobre el pasado de fondo y, más importante, tratar de modificar y desarrollar a los estudiantes herramientas conceptuales deben tener sentido de la historia Por eso es importante tener en cuenta la mediaciòn pedaagògica, para que en el proceso de comunicaciòn exista retroalimentaciòn y por lo tanto construcciòn del conocimiento y el docente no sea sòlo trasmisor de infromaciòn.
http://www.saber.ula.ve/gitdcs/ Analizar y aportar conocimientos a la discusión de problemas contemporáneos de la enseñanza de las Ciencias Sociales, a través de seminarios, talleres, círculos de estudio, como colectivo de trabajo inter y multidisciplinario Estas herramientas son muy ùtiles pero popr falta de tiempo, porque los programas son muy extensos no se llevan a cabo.
http://www.nap.edu/openbook.php?record_id=10126&page=80 La tercera conclusión clave de la Cómo aprende la gente hace hincapié en la importancia de los enfoques metacognitivas que permiten a los estudiantes a reflexionar y controlar su propio aprendizaje. Este hallazgo se relaciona con el desarrollo de conceptos de segundo orden se ha señalado anteriormente. Los estudiantes pueden adquirir y perfeccionar las herramientas conceptuales necesarias para organizar y manipular la información sólo de forma limitada hasta que sean explícitamente conscientes de lo que están haciendo. Con el fin de, por ejemplo, para determinar que una determinada fuente es confiable para ciertos fines, pero no para otros, o para decidir que una fuente puede dar evidencia de las cosas que pretende decir ni mostrar, los estudiantes deben ser capaces no sólo para llamar la inferencias, sino también para saber que lo están haciendo y para hacer esas inferencias objetos de la conciencia que se evalúan contra las reglas. Este nivel de conciencia metacognitiva es improbable que se consiga en los grados inferiores, pero su logro puede acelerarse si los maestros de los alumnos de tercero y cuarto centrar su atención en preguntas como "¿Cómo lo sabemos?" "¿Es esto posible?" Y " Si esto pudiera haber ocurrido, ¿podemos decir que fue así? Esto si es posible con el proceso de retroalimentaciòn en la comunicaciòn con los alumnos.
http://www.eduteka.org/pdfdir/ComoAprendenLosEstudiantes.pdf Esta observación conduce al segundo rasgo clave de la enseñanza de Historia demostrado aquí: solicitar a los estudiantes que expliquen cómo saben lo que saben acerca del acontecimiento histórico. Con los estudiantes de secundaria, no basta simplemente con pedirles que repitan un relato histórico o narren un acontecimiento; más bien, los maestros deben presionarlos para que documenten su conocimiento, y expliquen la evidencia que están usando para sacar conclusiones o aceptar un relato histórico en vez de otro. Como un historiador que está escudriñando un texto, estimulé a mis estudiantes pidiéndoles evidencia y soporte. Y, como un historiador que usa fuentes para ampliar la comprensión, pregunté a mis estudiantes cómo cada pieza de evidencia o relato respaldaba, ampliaba o cuestionaba su pensamiento histórico. Aquí, una vez más, el lenguaje usado regularmente— “respaldar”, “ampliar” o “cuestionar” —ayudó a los noveles historiadores a analizar críticamente la relación entre nuevas fuentes y su propio entendimiento A veces no es posible llevarlo a cabo por falta de tiempo, insisto en que los programas a veces son muy extensos y no permite utilizar este tipo de estrategias.
ibidem ¿Qué quiero decir con herramientas y asistencia social específicas de la Historia? Aquí me refiero a ayudas visuales, dispositivos lingüísticos, discurso, y estrategias conceptuales que ayudan a los estudiantes a aprender contenidos, analizar fuentes de información, contextualizar problemas históricos, corroborar evidencia, determinar el significado o construir argumentos históricos. En pocas palabras, estas herramientas cognitivas ayudan a los estudiantes a incorporarse al pensamiento complejo de la Historia En Conalep si contamos con tecnologías informáticas que son un apoyo visual, como es el internet o el pizarrón digital o cañón

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